Estos nuevos y rigurosos estudios han llevado a la concreción de dicha tarifa de costumbre , que sin que haya una regulación común que la sustente fue aplicada de forma muy mayoritaria durante el siglo XVI al menos, y a su vez se empleó también de forma muy mayoritaria durante los dos primeros tercios del siglo XVII por parte de los Correos Mayores en los diferentes Oficios de Correo españoles.
El descubrimiento de esta tarifa, aplicada con exclusividad a la correspondencia pública, ha sido posible gracias al análisis de documentos de la época y el estudio de fondos gráficos de correspondencia, pero lo que tiene más transcendencia para la Historia Postal española es que de ella se desprende que el factor “distancia” no era entonces parte necesaria para el cálculo de la tasa a aplicar a la correspondencia que llegaba a los diversos Oficios de Correo españoles, contrariamente a lo hasta ahora interpretado, un componente que por mandato real sí fue necesario para aplicar las tarifas postales que con posterioridad se dieron en el Reglamento de diciembre de 1716 y que causo un enorme impacto y serios problemas a la hora de tarificar con corrección la correspondencia.
En el estudio de la denominada tarifa de costumbre puede observarse que la medida de peso, o quizá volumen, proporcionada en dicho tarifario es el pliego, un formato de papel que empleaba aproximadamente 435 x 315 milímetros, pudiendo incluir dentro otras fracciones, o pedazos de papel, bien para continuar el texto escrito o pudiendo también ser empleada dicha fracción para envolver la propia misiva. También cabe observar que durante el período de tiempo que va desde el último tercio del siglo XVII y los primeros años del XVIII, los portes de la correspondencia estudiada reflejarán un cambio en la costumbre general de tarificar las cartas sencillas con medio real, así como la evidencia muestra que existe un porcentaje de cartas muy minoritario tasadas con portes de menos de medio real (portes de 8, 10 y 12 maravedíes) durante el siglo XVI y los dos primeros tercios del XVII, y es en el último tercio de este siglo cuando comienza a invertirse la costumbre, manifestándose de forma mayoritaria en las cubiertas de las cartas porteos más bajos, o moderados, llegando casi a desaparecer el porte de medio real que se había venido denostando como general para la correspondencia sencilla circulada entre los Oficios de Correo en España aunque aún veremos circular cartas con este importe aplicado en sus cubiertas.
Una vez presentados, de forma general, los más recientes conocimientos sobre el desconocido período postal acaecido en los siglos XVI y XVII se hace patente la constatación de estos hechos, para ello vamos a ponerlos de relieve y profundizar mediante un análisis exhaustivo de las anotaciones de porte manuscritas en las cubiertas de los sobrescritos basándonos en varios volúmenes de correspondencia conocidos y que, en nuestro caso en particular, lo analizaremos en posteriores entradas del blog sobre aquellas correspondencias que tienen como destino el Oficio de Correo de Madrid, por ser el mejor ejemplo al tratarse del más importante de España y, además, por disponer de diversos fondos gráficos de correspondencia que tuvieron como destino la capital del Reino de España.
Comentarios (0)