Tanto para comunicar con la mayoría de los países europeos como por necesidades puntuales en caso de conflictos bélicos España fue un país sobre el cual circulaba correspondencia enviada de unos países a otros. El mejor ejemplo de ello, entre otros, lo tenemos con Portugal que desde el período en el que España tiene soberanía sobre los Países Bajos y parte de Italia, es decir, hasta 1713, el tránsito de su correspondencia a través de España toma importancia primordial. España firmo un acuerdo con Portugal en noviembre de 1747 para el tránsito de la correspondencia de aquel país por suelo español por el cual las autoridades portuguesas pagaban a la Renta española 19 reales de vellón por cada onza de cartas transportada por el correo español hasta la frontera.

1765, 8 de octubre. Carta circulada de Lisboa a Venecia.

Circulada por el correo español ordinario hasta Madrid donde al dorso se aplica la marca CORREO / GRAL DE / MADRID. Anotación manuscrita como porte final pagado por el destinatario: 4:16 (4 liras : 16 sueldos).

1791, 23 de agosto. Carta circulada de Lisboa a Livorno.

Circulada por vía terrestre hasta Paris donde se aplica la marca de entrada a Francia para el correo procedente de España D`ESPAGNE. Anotación manuscrita de porte francés por el tránsito hasta Italia: 42 soles. Al dorso marca de llegada a Livorno: LIVORNO 39. Porte final pagado por el destinatario: L 2.8.8 (2 liras : 8 sueldos : 8 denaris).

La correspondencia de otros países que ha de atravesar España en su tránsito hacia su destino final y, por tanto, que debe ser gestionada por el correo español se encuentra sujeta a los mismos acuerdos puntuales de España firmados con Francia. A las cartas que desde el extranjero a otros países pasan por España, dependiendo de los países y períodos, no se les aplicarán portes por parte de la Renta de Correo española. Durante el siglo XVIII fueron numerosos los conflictos bélicos entre diversas naciones por el control de territorios, en líneas generales España, Francia e Inglaterra, bien siendo aliadas o bien partes enfrentadas, se desafiaron en numerosas ocasiones. En estos períodos el correo siguió funcionando aunque variando sus itinerarios y frecuencias para que las partes enfrentadas no pudieran interceptarlo. Un claro ejemplo de ello que evidencia estas alteraciones se puede encontrar en la guerra de independencia en Norte América, donde las colonias americanas se sublevaron para obtener su emancipación de Inglaterra. En ayuda y apoyo a dichas colonias acudió Francia por lo que la correspondencia entre las colonias americanas y Francia se vio inmediatamente cortada debido al férreo control marítimo que impusieron los ingleses.

Si se quería enviar una carta desde las colonias americanas a Francia el procedimiento seguido era depositar la carta en la Oficina de Correos hasta que se identificase un buque amigo que potencialmente pueda transportar la carta, entonces el remitente habría pagado el porte hasta el puerto correspondiente de salida. No había ninguna necesidad de marcar la tasa postal sobre la carta ya que se pagó hasta el puerto y no se requieren otras contabilizaciones. En marzo de 1782 la guerra revolucionaria estaba cerca de su fin. Con la ayuda francesa los británicos habían sido derrotados en Yorktown en octubre del año anterior. Sin embargo, la ciudad de Nueva York todavía estaba ocupada por las fuerzas británicas y la Marina francesa había dejado Virginia, lo que evidenciaba que no había transporte marítimo protegido en el Atlántico para el transporte epistolar. Había muy pocas oportunidades para remitir el correo de Filadelfia debido a que la Ciudad de Nueva York se encontraba bajo domino inglés, lo cual obviamente no era una opción para despachar correo a Francia.

El proceso habitual para el correo saliente remitido lógicamente por vía marítima era de pagar por adelantado los gastos de envío desde la ciudad de origen hasta el puerto desde donde la nave iba a partir. En tiempos de paz, las fechas de salida estaban programadas y éstas se publicaban con frecuencia en los periódicos locales así que no era difícil anticipar la salida y en que buque poder dirigir correspondencia con Europa, o con Francia en este caso. Sin embargo, este no fue el caso a principios 1782 debido a que la publicación de dicha información podría poner en peligro el buque y ser este capturado por los británicos.

Como ejemplo sirvan las siguientes dos cartas, la primera escrita en marzo de 1782 sin saberse que buque puede estar disponible para el transporte de la carta a Europa. Lleva la indicación manuscrita “Vía Virginia” que muestra la intención del remitente de que para evitar el bloqueo naval inglés salga desde dicho puerto. La carta fue llevada por barco a Cádiz, España y desde allí hasta el destino. La tasa francesa manuscrito de soles "24" es correcta al igual que el matasellos de tránsito Cádiz. La tasa francesa se desglosa de la tasa de 20 soles de nave para la entrada en Nantes más 4 franqueo interior soles.

1782, 27 de marzo. Carta circulada de Filadelfia a L´orient (Francia).

Marca de salida: Philadelphia May 20 y marca Paid que señala el pago del porte por el remitente hasta el puerto de salida. Circulada hasta Cádiz donde se deposita en el correo español. Marca CADIZ. Anotación manuscrita de porte francés 24 soles, tarifa de julio de 1759, 20 soles hasta Nantes y 4 soles de tarifa interna desde Nantes hasta destino.

1782, 4 de mayo. Carta circulada de Filadelfia a Nantes (Francia).

Marca de salida: Philadelphia May 20 y marca Paid que señala el pago del porte por el remitente hasta el puerto de salida. Circulada hasta Cádiz donde se deposita en el correo español. Marca CADIZ. Anotación manuscrita de porte francés 20 soles, tarifa de julio de 1759 para la carta sencilla desde España a Nantes.

Como previamente hemos comentado, durante el siglo XVIII las potencias europeas de Inglaterra, Francia y España tenían interés estratégico, colonial y comercial en América del Norte. De acuerdo con ello, cada país establece líneas de paquebotes para mantener la comunicación con los intereses. Existe un servicio mensual de paquebotes ingleses entre Nueva York y Falmouth que comenzó en noviembre de 1755. Después de la guerra revolucionaria de las colonias inglesas, el servicio normal se reanudó en diciembre de 1783. El correo entre los EE.UU. y Francia podría ser transportado por los paquetes de Falmouth sólo después del 4 de agosto de 1784 mediante tratados postales prestados para el tránsito enviar por correo entre Francia e Inglaterra. Aun así, existe la vía EE.UU.-Francia.

Los paquebotes reales franceses comenzaron en septiembre de 1783, e hicieron 62 viajes de ida y vuelta, inicialmente mensuales, hasta que la guerra con Inglaterra en 1793 impidió dichas operaciones. El servicio fue operado por el Rey por tres agentes sucesivas (llamadas régies) y una variedad de marcas distintivas son conocidas. Gran parte de la correspondencia entre los EE.UU. y Francia durante este período fue transportada por estos paquebotes. La Corona española estableció conexiones de paquebotes entre Nueva Orleans y España desde marzo de 1766. Desde La Habana partían paquebotes que realizaban el trayecto de forma trimestral hasta Nueva Orleans y desde La Habana de forma bimensual partían buques a La Coruña, España. La correspondencia llegada para Francia al puerto de La Coruña se encamina por tierra. A partir de 1779 y 1783, este servicio se vio gravemente alterada por la participación de España en la guerra revolucionaria en el lado de los EE.UU., el servicio normal se reanudó en 1783. Es escasísima la correspondencia conocida que fuera transportada por el servicio Real español de paquebotes de correo entre Nueva Orleans y Francia en el período entre 1783-1793.

1790, 19 de abril. Carta circulada de Nueva Orleans a Burdeos (Francia).

Marca de salida: NUEVA ORLEANS y marca YNDIAS que señala el origen de la carta para cuando ésta llegue a España. Circulada hasta Coruña donde se deposita en el correo ordinario español. Anotación manuscrita de porte francés 16 soles, tarifa de julio de 1759 para la carta sencilla desde España a Burdeos.

1792, 24 de octubre. Carta circulada de Nueva Orleans a Burdeos (Francia).

Marca de salida: NUEVA ORLEANS y marca YNDIAS que señala el origen de la carta para cuando ésta llegue a España. Circulada hasta Coruña donde se deposita en el correo ordinario español. Anotación manuscrita de porte francés 16 soles, tarifa de julio de 1759 para la carta sencilla desde España a Burdeos.

En cualquiera de los casos vistos podemos apreciar la falta de porte español, bien señalado para indicar lo que se deberá devolver a la Renta de Correo por el transporte y gestión de la carta, o por el contrario como un porte a ser añadido al porte final a pagar por parte del destinatario.

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