Los Anales de las Ordenanzas de Correos en su Tomo I, página 85, publican el Reglamento dado por el rey Felipe V el 2 de diciembre de 1716 que dice: Conbiniendo quitar las desigualdades que á habido en los portes de las cartas de dentro y fuera de España, y arreglarlos a proporción de las distancias, y coste de las postas y demás gastos que causan; y para evitar controversias entre los que las reparten, y las reciben, y que este ramo de mi Rl hacienda, tenga el justo valor, y cobro conveniente……………., dicho Reglamento incorpora la primera tarifa postal que deberá aplicarse a la correspondencia, que con origen en distintos reinos, señoríos y provincias españolas, tienen como destino la Corte, en Madrid.

Para conocer el porte que se aplicar a una carta se necesita saber el punto de origen, para ello las Caxas de Correo elaboraron unos cuños que aplicaban a la correspondencia que tenía su origen en ellas antes de ser despachadas. Sin embargo con anterioridad al primero de enero de 1717 ya eran conocidas por su empleo otras improntas, generalmente aplicadas en los reversos de los sobrescritos, sobre la función de las cuales existe un verdadero debate de ideas para determinar cuál era su función, cuños que muestran en su estampación representaciones simbólicas de cruces, estrellas, círculos, anagramas, etc., marcas que lo único que comparten entre ellas es el mismo color en su aplicación, el negro.

1643 carta bilbao a madrid

1643, 4 de septiembre. Carta circulada de Bilbao a Valladolid.

Porteo manuscrito por el remitente: 16 maravedíes, aplicación de la tarifa de costumbre aplicada en el siglo XVII para la carta sencilla circulada entre oficios postales españoles. Al dorso cuño estampado de carácter indescifrable. Se trata del primer cuño aplicado en una carta circulada en el interior de España.

La mayoría de estas improntas tienen como destino Madrid o han de pasar por la capital española camino de su lugar de destino definitivo, éste es junto al color el único punto en común que tienen todas estas cartas, por lo que a falta de nuevas aportaciones epistolares que lo corroboren definitivamente las marcas mostradas a continuación son atribuidas de forma mayoritaria al Oficio de Correo de Madrid, datándose el primer sobrescrito conocido con estas grafías desde el 19 de junio de 1668.

1668 carta roma a madrid

1668, 19 de junio. Carta circulada entre Roma y Madrid.

Anotaciones de porte manuscrito: Pt Md R, (Porte Medio Real) y al dorso guarismo de control 117. Cumple con la aplicación de la tarifa de costumbre para la carta sencilla circulada entre oficios postales españoles.

La carta anterior pasa por ser, al día de hoy, la primera impronta de cuño supuestamente atribuida por los estudiosos postales a un Oficio de Correo de España aunque desconozcamos su significado. La opinión más defendida de su adjudicación al Oficio de Correo de Madrid lo corrobora la siguiente carta, la cual comparte la misma marca al dorso que la anterior de 19 de junio de 1668 pero con origen diferente, en Marsella (Francia), por tanto al ser dos cartas con distinto origen y mismo destino, se deduce que la marca debe ser aplicada a su llegada, en concreto en Madrid, aunque no se conoce ninguna reglamentación al respecto sobre ello.

1668 carta marsella a madrid

1668, 3 de octubre. Carta circulada entre Marsella y Madrid.

Anotaciones de porte manuscrito: md Rl, (Medio Real), y al dorso guarismo de control 221. Cumple con la aplicación de la tarifa de costumbre para la carta sencilla circulada entre oficios postales españoles.

No compartimos la opinión defendida por varios estudiosos quienes aseguran que dichas excepcionales improntas eran empleadas para señalar algún tipo específico de correspondencia llegada de ciudades extranjeras, una vez más es la propia evidencia la que hace que dichas opiniones carezcan de un fundamento sólido, ya que estos cuños también fueron empleados en sobrescritos que tenían su origen en España. Las tres siguientes referencias gráficas muestran precisamente el empleo de estos cuños en la correspondencia circulada en el interior del Reino. La siguiente carta circula entre los Reinos de Navarra y Castilla, concretamente de Pamplona a Madrid, demostrando nuevamente el desconocido empleo de estos cuños en la correspondencia pública circulada dentro de España y con destino en la capital española.

1670 pamplona a madrid

1670. Carta circulada entre Pamplona y Madrid.

Anotaciones de porte manuscrito: Md Rl, (Medio Real), y al dorso guarismo de control 304. Cumple con la aplicación de la tarifa de costumbre para la carta sencilla circulada entre oficios postales españoles.

Se reafirma, nuevamente, el hecho del empleo de estos cuños en la correspondencia en el interior del Reino, como así lo pone de relieve la siguiente carta circulada desde la antigua Provincia de Extremadura con destino a la capital de España.

1709 llerena a madrid

1709. Carta circulada entre Llerena y Madrid.

Anotaciones de porte manuscrito: Md Rl, (Medio Real) y al dorso guarismo de control 579. Cumple con la aplicación de la tarifa de costumbre para la carta sencilla circulada entre oficios postales españoles.

Una vez demostrado que este tipo de marcas eran empleadas también en la correspondencia circulada en el interior del Reino, cabe señalar, que aquellas que tienen Madrid como punto de entrega al destinatario comparten una característica común, ya que todas ellas muestran al reverso una numeración manuscrita dando supuestamente a entender que con este tipo de cartas era llevado un control particular y aparte del resto de la correspondencia pública entregada por parte de este Oficio.

Como ya hemos hecho referencia, la publicación del Reglamento de diciembre de 1716 pone la primera piedra sobre la centralización del Correo perseguida por Felipe V, donde además se regula por primera vez la franquicia en España elaborándose para ello un cuño postal que identifique este tipo de correspondencia , una impronta que mostraba el escudo real de Castilla y León y que estampado en la cubierta de una carta indicaba que la Autoridad u Organismos que la recibía, o despachaba, estaba exenta del pago de los portes.

primeras marcas postales de franquicia

A pesar de que la franquicia se reguló debido a los grandes abusos cometidos por gran número de autoridades, en la práctica eran los responsables de los Oficios de Correo quienes mejor sabían qué autoridades gozaban de tal distinción, y en caso de no tenerla para no mermar sus ingresos aplicaban los portes correspondientes.

Resulta demasiado frecuente confundir las marcas de franquicia con las de franqueo previo cuando realmente se trata de dos tipos de marcas totalmente diferentes, como hemos visto las marcas de franquicia indican que la carta no ha pagado porte, ni se han de pagar porque la persona que la remite, o la recibe, está exenta de su pago en función de la correspondiente normativa postal, por el contrario las marcas de franqueo previo señalan que pueden circular libremente y ser entregadas a sus destinatarios debido a que sus portes ya han sido abonados por el remitente en el Oficio de Correo de origen.

Desde el 1 de enero de 1717 y mientras la tarifa postal publicada en el Reglamento de diciembre de 1716 se mantuvo en vigencia durante el siglo XVIII fueron básicamente 2 los diseños generales de improntas postales que se emplearon por parte de las Caxas de correo para señalar en las correspondencias que nacían de ellas:

  • Marcas de origen de 1ª época, empleadas generalmente entre 1717 y 1755.
  • Marcas de origen de 2ª época, empleadas de 1756 al 31-08-1779.

Con la nueva tarifa, que comenzará a aplicarse a partir de 1 de enero de 1717, se establecerán los precios a pagar por la correspondencia recibida en función a la distancia recorrida y peso en cada una de las Caxas Principales de Correo establecidas en el Reino de España utilizando como ejemplo la tarifa dada para ser aplicada en Madrid. Una de las consecuencias directas que trajo aparejada esta importante reforma fue la necesidad de crear unos cuños que señalasen a la hora de ser estampados en las cubiertas de las cartas el Oficio de Correo de origen de éstas, así podrían calcularse los portes en el Oficio de destino antes de ser entregada la carta a su destinatario.

Estas improntas son el origen del denominado coleccionismo prefilatélico en el que aquellos quienes las coleccionan tratan de reunir un conjunto de ellas bajo criterios personales de cada uno, siendo éstos generalmente geográficos. Ya desde el mes de enero de 1717 se conocen las primeras marcas postales de origen, las cuales eran estampadas en las cartas mediante unos cuños que se habían elaborado exprofeso para ello. Estos cuños manufacturados en madera y metal, presentaron un diseño muy heterogéneo debido a la ausencia de una normativa que regulase su fabricación, incluso algunas Caxas de correo realizaron esta función escribiendo directamente el origen en la cubierta de la carta. En la actualidad se conocen marcas con formato lineal, ovalado y circulares, también las hay que muestran una abreviatura del nombre de la ciudad donde estaba situada la Caxa de correo, e incluso, anagramas que muestran animales o el escudo de la ciudad.

primeras marcas postales de origen

Recordamos que en el mes de junio de 1754 fue nombrado Superintendente General de Correos, Postas y Estafetas de dentro y fuera de España el señor D. Ricardo Wall cuyo mandato al frente de la Renta del Correo se mantuvo hasta el 6 de diciembre de 1763. Al poco de iniciarse su gestión nombra como Asesor de la Renta a Pedro Rodríguez de Campomanes y como Juez Administrador Principal de la Renta de Correos a D. Diego Nangle. La gestión de Ricardo Wall dará un enorme impulso al servicio postal y entre las diversas reformas que emprendieron está el cambio de los cuños postales de origen empleados hasta finales de 1755 por parte de las Caxas de Correo.

Hasta ese momento del siglo XVIII las marcas postales de origen estampadas en las cubiertas de las cartas reflejaban en su leyenda el nombre de la ciudad donde se situaba la Caxa, una contracción de las letras o un anagrama que identificaba dicha ciudad. A pesar de no haber llegado hasta nuestros días la normativa que impuso dicho cambio, gracias a los cuños de origen que aparecen estampados en las cubiertas de los sobrescritos desde 1756 se manifiesta una profunda reorganización postal que afectó todo el Reino de España, y son las propias marcas de origen las que informan de dicha reforma, ya que a partir de dicho año éstas señalarán la región postal en la que se englobará la Caxa de Correo.

Un exhaustivo estudio sobre la correspondencia llegada hasta nuestros días desde 1756 revela que fueron 19 las regiones postales de tarifa creadas a tenor de los cuños aplicados en la correspondencia llegada hasta nuestros días, son por orden alfabético las regiones de: AFRICA, ANDALUCIA ALTA, ANDALUCIA BAXA, ARAGON, ASTURIAS, BURGOS, CANARIAS, CASTILLA LA NUEVA (que englobó la Caxa General de Madrid), CASTILLA LA VIEJA, CATALUÑA, ESTREMADURA, GALICIA, LEON, MALLORCA, MONTAÑAS DE SANTANDER, MURCIA, NAVARRA, VALENCIA y VIZCAYA.

mapa de las regiones postales 1756

Este período, en el cual las correspondencias circuladas en el Reino de España presentaban marcas de origen regionales, acabó el 31 de agosto de 1779 debido a una nueva y extensa reordenación geográfico postal, una profunda reforma que trajo aparejada una nueva tarifa mediante la entrada en vigor de la Disposición dada el 6 de agosto de 1779 en San Ildefonso y firmada por Don José de Moñino, Conde de Floridablanca, quien desde 1777 regentaba el cargo de Superintendente General de Correos Terrestres y Marítimos de las Postas y Rentas de Estafetas de España y las Indias.

FUENTES DOCUMENTALES:

-. Anales de las Ordenanzas de Correos de España. Real Orden determinando las personas que han de disfrutar franquicia en la correspondencia. Tomo I, Pág. 84.

-. Descripción General para escribir a todas las Ciudades de España, Villas y Lugares más remotos de ellas, Reynos y Potencias extranjeras. Blas Alonso de Arce. Madrid, 1736.

-. Primeras Marcas en el Correo de la capital de España. Ramón Mª Cortés de Haro, Academus nº 15, Noviembre 2011.

-. Itinerario Real de las Carreras de Postas de dentro y fuera del Reino. Pedro Rodríguez de Campomanes. Madrid 1761.

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